viernes, 26 de noviembre de 2010

Empleos, salarios y política social otra vez en el disparadero.

Una nueva borrasca financiera, con epicentro en la República Irlandesa, se acerca a la Península Ibérica amenazando con nuevos recortes sociales. En las próximas semanas se prevé que sus efectos se extiendan por todo el país en forma de disminuciones en las prestaciones por desempleo y en las indemnizaciones por despido, por contra se prevé una subida en la edad y en el tiempo para el cálculo de las cotizaciones de jubilación. Se recomiendas a la población que tome precauciones (el que pueda, claro).

Diario el País (22-11-2010): Las familias, las empresas y los bancos (Irlandeses) están endeudados hasta las cejas tras el estallido de una burbuja inmobiliaria que se fue hinchando durante más de 10 años de crédito fácil y barato. Ese boom permitió a los irlandeses tener mayor renta per cápita que los alemanes; el salario mínimo roza los 1.500 euros mensuales. Pero cuando las burbujas explotan dejan un reguero de víctimas y profundas cicatrices: junto a la petición del rescate, el Ejecutivo aprobó también un severo plan de austeridad que obligará a Irlanda a ajustarse el cinturón............................Lo que es seguro es que los irlandeses pagarán más impuestos, y sufrirán el tijeretazo en el gasto público; en los sueldos de los funcionarios, en el citado salario mínimo, en los subsidios, en las prestaciones sociales y en las inversiones. (Eso sí, el impuesto de sociedades no se puede tocar para no espantar a las grandes empresas que son las que se lo han estado llevando calentito en época de bonanza)

El caso irlandés es más dramático que el nuestro porque la inversión en la economía real no se ha generado ni por asomo como en nuestro país y el grado de infraestructuras es de subdesarrollo y las diferencias en la distribución de recursos escandalosa, su índice de Gini es más característico de una dictadura, incluso Etiopía está por delante....
Pero a pesar de estas diferencias el rescate de Irlanda ya ha situado a la endeudada economía española en el punto de mira disparando el interés de los bonos españoles a 10 años hasta el 5,17% y la prima de riesgo, a los 245 puntos básicos.

Otra vez la especulación, en forma de boom inmobiliario y de un sistema económico viciado y más preocupado por las cotizaciones de las acciones empresariales y las oscilaciones de la bolsa que de la economía real y del bienestar de la clase trabajadora que es quien la mantiene. Otra vez los bancos y el sistema financiero en la picota, la bolsa cuesta abajo.
Y otra vez puestos de trabajo, pensiones y todas las políticas sociales en el disparadero

Amenazan nubarrones para el sistema financiero y aunque Irlanda ponga en venta todos los bancos ya sabemos que en estos casos al final somos los trabajadores los que acabamos empapados, y si no tiempo al tiempo...

Antonio Sánchez (Oficina Los Verdes de Puerto Real)
Viñeta de Pedro Mendez.