La eficiencia energética como fuente de empleo:
El ahorro energético es el medio más rápido, eficaz y rentable de reducir emisiones de gases causantes del Cambio Climático y de mejorar la calidad del aire. Además, ayuda a reducir la dependencia energética del petróleo de una UE muy dependiente de las importaciones, con lo que esto supone ambiental y económicamente, ante un panorama de inestabilidad de los precios del petróleo. Es imposible prever estos precios en el futuro, especialmente si la demanda del mundo en desarrollo sigue aumentando tan rápidamente como hoy.
El fuerte impacto en el empleo de las inversiones en eficiencia energética se debe al resultado combinado de dos efectos distintos. Por un lado el derivado de reinvertir los fondos ahorrados gracias a la eficiencia energética (2/3 partes del impacto total en el empleo) y por otro el empleo que necesariamente debe crearse para ejecutar las inversiones en eficiencia energética.
Varios estudios sobre el impacto en el empleo de las inversiones en eficiencia energética han concluido que, para una misma unidad monetaria empleada, se genera de media el triple de empleo que la dedicada al carbón o nuclear.
El sector de la construcción, que ha reducido su tasa de ocupación en torno a 820.000 personas desde principios de 2008 (según datos de la Encuesta de Población Activa), es el mejor candidato para llevar a cabo este esfuerzo de reconversión en clave de eficiencia energética. A continuación se indican diversas estimaciones sobre rehabilitación de viviendas, empleo y emisiones, desde diferentes instituciones, organizaciones y empresas.
Según estimaciones hechas por el Consejo Alemán para el Desarrollo Sostenible, podrían crearse más de 2.000 empleos a tiempo completo por cada millón de toneladas de petróleo equivalente ahorrado mediante medidas o inversiones en la mejora de la eficiencia energética, en vez de inversiones en la producción de energía.
El presidente de El proyecto climático para España, Juan María González, ha afirmado en el Congreso de Arquitectura Sostenible de Valladolid que la adaptación de edificios para reducir las emisiones de dióxido de carbono podría dar trabajo a cuatro de cada cinco parados relacionados con la construcción, lo que supondría unos 800.000 empleos.
Según un estudio elaborado por el sector , si se rehabilitaran entre 250.000 y 400.000 viviendas al año, se podrían generar entre 180.000 y 290.000 empleos directos en el sector de la construcción, y alcanzar un volumen de mercado entre 9.000 y 14.400 millones de euros/año. Esto evitaría la emisión de entre 8 y 13 millones de toneladas de CO2 en sólo tres años.
Propuestas para la transformación de la rehabilitación y la renovación urbanas en un servicio público de financiación público-privada y otras similares se han venido desarrollando recientemente en países como Estados Unidos o el Reino Unido y en todos los casos han sido capaces de movilizar volúmenes significativos de inversión privada. La entrada del capital privado en estos proyectos, con períodos de retorno a medio y largo plazos, bajo un marco jurídico predecible y estable, permitiría descargar sobre grandes inversores privados el esfuerzo económico que ahora deben hacer las familias. Sólo en la ciudad de Nueva York, uno de estos programas ha movilizado unos 1.200 millones de dólares, con la expectativa de obtener 2.900 millones de inversión privada hacia 2020 y un ahorro de más de tres millones de toneladas de CO2 al año.
Además el sector de la rehabilitación tiene la ventaja de ser intensivo en mano de obra, de tener repercusiones a escala local y regional y de no recurrir a la importación.
Todo esto sin contar la economía sumergida, no deseable pero que en el sector de la construcción y rehabilitación se considera que puede alcanzar el 25%.