lunes, 24 de enero de 2011

21 horas

Por qué una semana laboral más corta puede ayudarnos a todos a prosperar en el siglo XXI.

Una semana laboral «normal» de 21 horas podría ayudar a abordar una serie de problemas urgentes e interrelacionados: exceso de trabajo, desempleo, consumo excesivo, altas emisiones de carbono, bajo bienestar, desigualdades consolidadas, así como la falta de tiempo para vivir de una forma sostenible, preocuparse por los demás, y simplemente disfrutar de la vida.

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Avanzar hacia un número de horas de trabajo remunerado mucho menor ofrece una nueva vía para salir de las múltiples crisis a las que nos enfrentamos en la actualidad. Muchos de nosotros consumimos más allá de nuestras posibilidades económicas y más allá de los límites de los recursos naturales, aunque de formas que no mejoran en absoluto nuestro bienestar – entre tanto otros sufren la pobreza y el hambre. El continuo crecimiento económico en los países de ingresos altos hará imposible lograr los objetivos urgentes de reducción de emisiones de carbono. Las desigualdades cada vez mayores, una economía global que está fracasando, unos recursos naturales que se están viendo mermados de forma crítica, junto a la aceleración del cambio climático representan graves amenazas para el futuro de la civilización.

Veintiuna horas es una cifra que se aproxima a la media de lo que la gente en edad de trabajar en Gran Bretaña pasa en el trabajo remunerado, y es un poco más de lo que de media se pasa en el trabajo no remunerado. Los experimentos llevados a cabo con un número menor de horas de trabajo parecen indicar que, con unas condiciones estables y un salario favorable, esta nueva norma de 21 horas no sólo tendría éxito entre la gente, sino que además podría resultar coherente con la dinámica de una economía sin carbono.

No hay nada preestablecido en cuanto a lo que en la actualidad se considera «normal». El tiempo, así como el trabajo, se han convertido en una mercancía, un legado reciente del capitalismo industrial. No obstante, la lógica del tiempo de trabajo no lleva el paso de las condiciones actuales, donde las comunicaciones instantáneas y las tecnologías móviles nos proporcionan nuevos riesgos y presiones, así como oportunidades. El reto al que nos enfrentamos es el de romper el poder del viejo reloj industrial sin añadir nuevas presiones, y liberar tiempo para vivir vidas sostenibles.

Informe Completo.