Para empezar Zapatero anuncia la reforma del sistema financiero, con una propuesta que luego trasladará a Europa durante la Presidencia española de la UE. Pero cuando profundiza en el asunto solo lanza el populista señuelo de restringir los incentivos e indemnizaciones de los altos directivos de las entidades bancarias. Esto puede estar bien, pero es sólo eso, un señuelo para dar un rodeo y no ocuparse de lo realmente importante: la eliminación de los paraísos fiscales a nivel internacional y de nuestros propios "paraísos" en España: las SICAV. Veremos que hace Zapatero al respecto cuando coja el timón de Europa.
Otra medida de recauchutada sostenibilidad que plantea la LES es la continuidad en inversión en grandes infraestructuras, a pesar de que ya somos los líderes europeos en autovías y pronto seremos los líderes mundiales en alta velocidad. Este continuismo que los principales grupos ecologistas calificaban recientemente de grave error. Líderes en infraestructuras pero a la cola de Europa en gasto público social. ¿Este desarrollo favorece a la gente o a las grandes constructoras? ¿Este tipo de empleo estacional es el que se va a seguir fomentando? ¿No sería más inteligente invertir esta gran inversión pública en financiar la Ley de dependencia por ejemplo? ¿O en transporte público de cercanía? Que generaría empleo más estable y con mayor valor añadido para la sociedad.
Zapatero también se da golpes de pecho al defender la internacionalización de las empresas españolas. Desde Los Verdes no sabemos que tipo de internacionalización propone la LES para estas empresas pero lo cierto es que hasta ahora han hecho de todo menos defender el medio ambiente fuera (ni dentro) de nuestras fronteras, especialmente en América Latina. Buena cuenta de ello daba el reciente informe de Greenpeace sobre la temática: Los nuevos conquistadores.
El Gobierno, en un lamentable doble lenguaje, habla de que uno de los buques insignias de las LES será la apuesta por la Innovación y una educación de "primer nivel", pero recientemente la comunidad científica española ponía el grito en el cielo ante los presupuestos de 2010 que suponen un fuerte recorte en I+D+i.
En definitiva y exceptuando ciertas luces como la supuesta intención de fomentar las renovables y el ahorro energético, o el alquiler y la rehabilitación en lugar de la construcción de más viviendas, desde Los Verdes vemos con mucho escepticismo este nuevo Proyecto de Ley.
Tal vez lo más significativo es que se incluya en el título de una Ley de tanta importancia el término sostenible, y aunque en el fondo todo siga igual, al menos los términos van cambiando. Ya se están dando cuenta de que la solución a este desastre está en cambiar realmente de modelo productivo. Por algo se empieza. Empezamos cambiando el término, ya solo falta cambiar el modelo.