En el pasado año( 2008, por si a alguien se le ha olvidado), la aportación de las fuentes de energía renovables, a la producción eléctrica neta nacional, representó el 21,6% del total.
Esto fue debido, sobre todo, al aumento de la energía eólica, en un 18.7%, y al aumento de la energía fotovoltaica, en un espectacular 400%. (mas información)
Lo que demuestra, a las claras, las enormes posibilidades prácticas de estas fuentes. Lo único que hace falta es que los políticos apuesten de una forma decidida por ellas, lo que todavía queda por demostrar.
Y, sinceramente, no entendemos que así sea, cuando son tantas las razones que nos empujan en la dirección de las energías limpias o renovables.
Podríamos recurrir a motivos de salud medio-ambiental o de lucha contra el cambio climático, pero también podríamos aducir la cantidad de empleo que se podría crear, tan necesario en estos tiempos que corren, si se apostara por estas fuentes, o incluso podríamos pensar en las posibilidades de aumentar el autoabastecimiento energético, que, el año pasado, gracias a la aportación de estas energías, se situó en un 20,5%.
Y esto son sólo algunas, pero sobradas, razones, para dar un impulso definitivo a estas fuentes sostenibles, porque, además, no lo olvidemos, de esa sostenibilidad depende nuestro futuro.