domingo, 8 de marzo de 2009

Los trapos sucios del sistema


Curioso que un diario del Grupo Prisa publique un artículo de este tipo. Será porque no habla de las actuaciones de las empresas españolas en latinoamérica, sino sólo del "coco" norteamericano. En cualquier caso buen material, tanto el artículo como el buen reportaje al que hace referencia (Zeitgeist Addendum). Aunque parece que en la redacción del diario de tirada nacional no han visto el reportaje hasta el final, pues se desquicia un poco la argumentación poniendo a la tecnología como la omnipotente salvadora que nos va a sacar del entuerto en el que estamos metiendo en el planeta.

Aquí el artículo:

Los trapos sucios del sistema
Borja Vilaseca

El País 8-04-2009


"Nadie es más esclavo que aquellos quienes falsamente creen ser libres". Estas palabras del filósofo y dramaturgo alemán Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832) están más de actualidad que nunca. Al menos así lo afirma John Perkins en su polémico Confesiones de un gángster económico. Aunque muchos intentaron impedir su publicación, finalmente vio la luz en 2004, convirtiéndose en un best seller en Estados Unidos. Y no es para menos: se trata de la confesión de un hombre que vendió su alma al diablo para enriquecerse personalmente, trabajando entre 1971 y 1981 como gánster económico para la CIA a través de consultoras privadas que no tuvieran oficialmente ningún vínculo con el Gobierno norteamericano. Esta obra ha vuelto a cobrar protagonismo a raíz del reciente estreno del documental Zeitgeist Addendum, de Peter Joseph, inspirado en el testimonio de Perkins y que ya han visto gratuitamente a través de Internet más de 30 millones de espectadores en todo el mundo.

Además de su vivencia personal, Perkins explica sin pelos en la lengua que la función de estos agentes secretos consiste en "identificar países que tengan recursos codiciados por las grandes corporaciones norteamericanas". Seguidamente, "concretan un gran préstamo desde el Banco Mundial y el FMI", pero lo cierto es que "el dinero nunca va realmente al país en vías de desarrollo, sino a las empresas asignadas a implementar proyectos e infraestructuras en dicho territorio, beneficiando tan sólo a su élite más rica y marginando por completo a la mayoría pobre". De ahí que sólo firmen presientes corruptos, favoreciendo así los intereses norteamericanos.


Una vez cerrado el trato, el país entero debe asumir las consecuencias de la deuda contraída con Estados Unidos. "Se trata de una cantidad tan enorme que no es posible pagarla, con lo que el Gobierno corrupto del país endeudado vende a estas corporaciones norteamericanas los derechos de explotación de todos sus recursos naturales y sus compañías públicas, incluyendo sus servicios sociales, sus aseguradoras y sus sistemas educativos y penales". De ahí que Perkins lo defina como un "proceso de aniquilamiento económico total".


Más allá de esta cesión manipulada, los gánsteres económicos también obligan a estos países a construir bases militares americanas, así como a apoyar la agenda del Gobierno de Estados Unidos en materia de Asuntos Exteriores, validando invasiones y guerras contra otros países. Además, "con el tiempo la deuda tan sólo hace que crecer, con lo que no les queda más remedio que contraer nuevas deudas con tipos de interés más elevados, perdiendo por completo su independencia y libertad económica".

Entre otros "países esclavizados por la deuda", Perkins destaca Irán (1953), Guatemala (1954), Ecuador y Panamá (ambos en 1981). A diferencia de otros líderes de estado, el denominador común de sus cuatro presidentes, Mohammed Mossadegh, Jacobo Arbenz, Jaime Roldós y Omar Torrijos, respectivamente, era que "no se dejaron sobornar y corromper" por gánsteres como Perkins.

"Estos cuatro líderes pretendían destinar los beneficios obtenidos de sus recursos naturales para mejorar las condiciones de vida de la población nativa, algo que atentaba contra los intereses norteamericanos". De ahí que tuvieran que intervenir los denominados "chacales", cuya misión es "derrocar a dichos gobiernos, asesinando a sus líderes tratando de que sus muertes parezcan accidentes". Si éstos fallan y como última medida, "interviene directamente el Ejército de Estados Unidos", apunta Perkins. Su excusa: "Luchar en contra del terrorismo mundial para garantizar la seguridad nacional de la primera potencia mundial".

Detrás de estas operaciones se encuentra un "imperio clandestino dirigido por la llamada Corporatocracia, compuesta por la élite política, empresarial y financiera de Estados Unidos". Y en opinión de Perkins, "este proceso de manipulación de la Corporatocracia a través de la deuda, los sobornos y los derrocamientos políticos se le está llamando globalización".